



Photo. "Galeries". Políptico. Serie inacabada de fotografías de galerías de arte, en las distintas visitas a la ciudad francesa de París, hasta el momento. A pie de calle, un recorrido desde el Marais al nordeste de la capital, pasando por Saint-Germain-des-Pres, (distrito donde predomina las artes primitivas y de antigüedades). Muchas galerías han cerrado o clausurado su actividad, como lo han hecho las salas de cine.
En la orilla izquierda, hacia la mítica Rue de Louise Wess, distrito 13, aquí se asistió a finales de los años 90 al desarrollo de numerosas galerías que cerraron para mudarse al céntrico barrio del Marais, otras en cambio, no dudaron en alejarse del centro para instalarse en el nordeste de París. La noción de Flaneur, creada por el poeta y escritor Charles Baudelaire , define un paseante a la deriva , un observador de las transformaciones de la ciudad. El término flâneur proviene del francés y se popularizó en el siglo XIX, especialmente gracias a Charles Baudelaire, quien lo describió como un “observador del mundo” y una figura clave en la vida urbana moderna. Tradicionalmente, se ha utilizado en masculino para referirse a aquel que vaga por la ciudad con una actitud curiosa y reflexiva. Sin embargo, su contraparte femenina, el flâneuse, también encarna esa exploración estética y contemplativa del entorno urbano, capturando la atmósfera y la esencia de la vida cotidiana. Más allá de la dicotomía tradicional, hoy en día se reconoce que tanto flâneur como flâneuse representan formas de relacionarse con el espacio urbano que trascienden el simple acto de pasear. En la literatura y la filosofía, esta figura se ha convertido en un símbolo de libertad, contemplación y conexión con la ciudad, convirtiendo el caminar en una experiencia estética y casi poética. Asimismo, en un contexto contemporáneo inclusivo, se valora la diversidad de experiencias y perspectivas, abarcando y enriqueciendo el concepto para incluir a todas las identidades que encuentran en la ciudad un espacio de reflexión y descubrimiento.
De esta manera, y a lo largo de los años, hemos ido construyendo una imagen paralela de la ciudad, una mirada aparentemente aséptica pero transmisora, a la vez, de evocación y nostalgia. Por otra parte, reúne lugares divididos por la precariedad económica y social.
En la estética asoma la influencia de grandes fotógrafos de lo urbano. De Facundo Zuviría el itinerario lineal, y el "Frontalismo", pero también de la literatura como Enrique Vila - Matas, otro, infatigable paseante de la capital francesa. La observación cómplice con el escritor, los instantes decisivos, los hallazgos que se manifiesta en lo inesperado del paseo, en la sorpresa sin fin. En las algunas instantáneas hay pequeños homenajes a otros fotógrafos como Bernad Plossu, uno de los grandes nombres de la fotografía. Como decía el escritor Jhon Ashbery: después de vivir en París, uno queda incapacitado para vivir en cualquier sitio, incluido París.
Las fotografías son estrictamente, ejercicios de resistencia, modos de distanciarse del “actualismo”. Si, como advirtiera Borges, el mapa no es el territorio, las fotografías son, en cierto sentido, huellas de recorridos que nos invitan a poner la imaginación en movimiento.